Un muy buen artículo de Tomás Rodriguez, originalmente publicado en su blog rodrigueztomas.wordpress.com

Arriesgarse a la Política

Una tarde, mate en mano, un amigo me dijo: “no es que a los jóvenes no les interese la política, es que la política no les ofrece nada que les interese”. Una de esas frases que te quedan dando vueltas en la cabeza, que son para pensar…

Soy parte de la franja etaria llamada “los jóvenes” y, como tal, adhiero a la reflexión de mi amigo. Hace varios años que un grupo de personas crece con la impotencia de esperar mucho de los gobernantes y recibir poco. Impotencia al ver que muchas decisiones se toman a corto plazo, sin una visión macro de la ciudad y con un fin netamente electoral. 

Crece sintiendo que los lugares donde se toman las decisiones son lugares lejanos, donde las posibilidades de acercar iniciativas nuevas, ideas frescas, son remotas. Que hay una autopista muy ancha y muy transitada que divide a las autoridades de los vecinos. Y, como si lo anterior fuese poco, hay que sumarle los negociados de algunos políticos que tejen mantos de dudas sobre los demás, dando como resultado una desconfianza generalizada. Si sumamos esto, obtenemos el famoso “a los jóvenes no les interesa la política”.

Soy joven. Participo en Política, entendiéndola como la actividad que busca mejorar la realidad que vivimos, y que vivirá mi hermanito, algún día mis hijos, los hijos de mis amigos y todos los que vengan después de nosotros.

Me gusta la Política (sí, con mayúscula), una actividad que hay que vivirla con pasión, con humildad, con apertura, con diálogo, rompiendo las barreras de los prejuicios. Hay que vivirla con sentido social, aportando lo mejor que tengamos, ya sea mucho o poco, para que todos podamos vivir con más alegría. Alegría es tener los servicios básicos cubiertos, la posibilidad de hacer deporte, de acceder a la cultura, y más. Eso se logra viendo a la ciudad como una casa, donde el otro es mi hermano. Yo quiero mi casa linda, y a mi hermano alegre.

A aquellos que no les interesa siempre les pregunto: ¿no te interesa vivir mejor? ¿No te interesa tener un trabajo? ¿No te interesa poder hacer deporte, estudiar, divertirte? A mi sí. Por eso empecé, porque son los políticos los que toman las decisiones para que vivamos mejor. Soy de la idea de que hay que participar, desde el lugar que cada uno prefiera, donde sienta que ahí es útil. Eso sí, donde sea, hay que dejar todo. Cambiar el mundo es difícil, a veces frustrante, pero bien vale el esfuerzo. Yo decidí tratar de cambiar el mundo, empezando por mi barrio. Ojalá cada vez seamos los más digamos que sí.

Tenemos que ser actores principales de una nueva generación de políticos que tengan algo para ofrecer a “los jóvenes”. Cuando esto suceda, muchos entenderán lo equivocados que estaban cuando sostenían que “a los jóvenes no les interesa la política”.

Abrí con una frase, cierro con una de otro amigo: “la Política es buena, no permitamos que malos actores nos hagan creer que no es así”.