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viernes, 16 de enero de 2015

En el 11º aniversario del fallecimiento de nuestro querido "Cholo".

"Las grandes obras las sueñan los locos visionarios, las ejecutan los luchadores natos, las critican los inútiles crónicos y las aprovechan los felices cuerdos.”

Esa era la frase que más le gustaba a Melchor, que sin duda fue un loco visionario y esencialmente un luchador nato. El Hospital Central de San Isidro, que hoy lleva su nombre, es un buen ejemplo de este pensamiento. Como buen médico pediatra que era, Melchor luchó durante toda su vida por desarrollar un sistema público de salud de calidad, a pesar de ser esta una responsabilidad de las políticas provinciales.

Recién en el 2003 Gustavo Posse, su hijo, pudo ponerlo en funcionamiento, sobre el criterio de mantener la misma complejidad pero con mejor servicio. Paradojas de la vida, cuando Melchor enferma, es atendido y fallece en este Hospital. ¿Cuántos políticos hay que se atienden en los hospitales que ellos administran?

Melchor nos enseñó que había que predicar con ejemplo. Que si le damos un servicio a los vecinos tenemos que ser los primeros en estar dispuestos a usarlo, porque eso muestra la convicción en la calidad del mismo.

Melchor logró para San Isidro cosas que hoy nos parecen elementales como agua corriente, cloacas, desagües, pavimentos, luces, el Materno Infantil. Y también soñaba con los túneles ferroviarios de la estación Boulogne, el de las Cuatro Barreras en Beccar, y tantos otros proyectos que luego pudieron llevarse adelante.

Saber que siempre hay problemas para resolver, situaciones para mejorar, obras o servicios que faltan para mejorar la calidad de vida, y mantener el esfuerzo -para lograr solucionarlos, mejorarlos o hacerlos-, es un legado de Melchor, y que quienes desde muy jóvenes nos formamos junto a él, tratamos de sostener como bandera en el equipo de gestión política.


1 comentario :

  1. Nuestro inolvidable Cholo. ¡Un grande!.
    Gracias Carlos por mantener viva su obra,

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